Bueno…esto no es ni de lejos lo
que esperaba.
La llegada a Sri Lanka fue una
aparente dosis de tranquilidad en mi viaje. Cuando el avión aterrizó tuve la sensación
de que esta era la tierra donde quería estar. El ambiente colonial que
desprendía el paisaje era sobrecogedor. Era como lo había imaginado, grandes
palmeras, grandes extensiones de agua y tierras verdes hasta perderse la vista.
La sensación de humedad según bajé del avión fue menor que la que sentí al
llegar a Tailandia 5 años atrás.
En este punto haré un inciso, es
cierto que las comparaciones son odiosas, pero desde que llegué no he parado de
hacerlo y no podré evitarlo.
La temperatura era muy agradable,
calor. Los 30 grados a los que estaba sometida diariamente cuando trabajaba de
piscinera han creado en mí una adaptación fisiológica en todos estos años que
ahora lo agradezco, y me hace sentir como en casa.
Esta impresión inicial, tan
bonita e idilíca no duró mucho, solo el tiempo de llegar a Colombo, la capital.
Lo único que me gustó fue reencontrarme con Jorge, el resto un desastre. Hasta
que no salí de Colombo, no empecé a comer. Qué horror de ciudad, de gente, de
agobio, de sucio y de todo. No vuelvo a poner un pié en tan odioso sitio más
que por obligación como parada de tránsito.
Al día siguiente de llegar fuí a
un banco y fué como viajar de repente 100 años atrás. No habían quitado ni el
interruptor antiguo de la luz, de hecho podría aventurarme a decir, que eso es
exactamente lo que han hecho en esa ciudad; conservar todo tal y como estaba
durante la colonización pero claro, sin mantenimiento.
Menos mal que salimos ese día a
Kandi. No tengo fotos de la estación de Colombo, pero es como si estuviera en el
plató de una de esas películas del colonialismo que tantas veces nos hemos
chupado un sábado o domingo por la tarde cuando éramos canis (yo por lo menos).
Como decía, ayer día 2 cogimos un
tren dirección Kandi. Kandi es una ciudad situada hacia el interior de la isla,
en una zona de montañosa. El viaje fue espectacular. Imaginaos ahora la típica
foto cogida desde un tren en la india con la gente asomándose por las ventanas
y el verde rodeando la vía, pues eso era lo que veía. Desde ahí, desde lo alto,
se veía la inmensidad del paisaje con sus bosques tropicales en todo su
esplendor. Nada que ver con los paisajes tailandeses modelados por la
explotación de los terrenos para el cultivo de palmera para la extracción del
aceite. Esto era…sencillamente lo que llevo deseando ver desde hace décadas.
Sobre todo el verde, a lo lejos se veían pinceladas de color naranja de las
flores de unos árboles que desconozco pero que son espectaculares.
Siento no contar mas por hoy. Los
mosquitos me están acribillando Estoy en la terracita de una gueshouse en
sigiriya oyendo el ruido de las gotas de lluvia al caer.
Besos a todos
sigue disfrutando de las novedades del pais, de todo lo que puedas aprender de él y su cultura. nada es perfecto, ya sabes, pero todo tiene su encanto.
ResponderEliminarSi le ves las cosas positivas a cada cosa será todo mucho más maravilloso de lo que es.
Cuidate nena, te quiero.
Sisi, cada cultura es un mundo... pero aquí la comida no está buena. Mamaaaa hazme una tortilla paapas!!!
ResponderEliminarTe quiero nenita